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Marruecos es un país de contrastes, colores y paisajes diversos, algo que se podrá vivir durante todo el viaje. Nuestra propuesta de viaje por Semana Santa en el desierto es hacer un viaje de cuatro días combinando unas vistas paisajísticas de las Gargantas del Dades y los tres valles del sur de Marruecos con el desierto de Erg Lihoudi y Erg Chigaga.
Después de haber hablado en otro post sobre el desierto, en este apartado queremos centrarnos en las Gargantas del Dades y lo que significan en su ruta, que nos obliga a conocer tres grandes valles de Marruecos: el Valle del Kelaa M’Gouna (Valle de las Rosas), el Valle del Dades (dónde llegamos a las Gargantas del Dades) y el Valle del Draa (que nos lleva al desierto).
Una vez llegamos a la ciudad de Ouarzazate, después de haber cruzado la Montaña Tizi’n Tiscka, en las montañas del Atlas, nos desviaremos hacía el Valle de Kelaa M’Gouna, por la carretera N10. Este Valle es más conocido con el nombre de Valle de las Rosas. En la misma dirección encontraremos el Valle de Dades, dónde llegaremos a pasar, la primera noche del viaje, en las Gargantas del Dades.
El Valle de las Rosas empieza en el pueblo de Kelaa M’Gouna. En el Valle se cultivan rosas para elaborar productos de belleza, perfumes y agua de rosa. La leyenda cuenta que, una caravana venida de la Meca perdió algunas semillas en el oasis y empezaron a perfumar toda la región. En la primavera las mujeres se apuran a cosechar las rosas para que los pétalos no pierdan su juventud. A mediados de mayo se celebra la fiesta del fin de la cosecha, que dura tres días.
El Valle del Dades, desde Ouarzazate hasta el este de Tineghir y las Gargantas del Todra, es espectacular. Con cientos de kasbahs, paisajes desérticos, bosques y palmerales que finalizan en las Gargantas del Dades. Unos desfiladeros en la cordillera del Atlas que dan paso al río Dades, que nace en el Alto Atlas y acaba uniéndose al río Draa.
Llegando a las Gargantas nos impresionará el palmeral que recorre todo el Valle y las formas geológicas que iremos encontrando (como los “dedos de mono”, un paisaje rocoso que se conoce como “el Cerebro del Atlas”). Iremos cruzando varios pueblos, serpenteando por una carretera que asciende a las Gargantas y nos permite contemplar, detrás de nosotros, la magnífica ruta que nos obligará a sacar la cámara fotográfica para retener el paisaje en el tiempo.
El Valle del Draa, el tercer valle que encontraremos en la ruta antes de llegar al desierto. Grandes palmerales, pequeños poblados dispersos y kasbahs en medio de pequeñas colinas, forman una de las rutas más bellas de todo Marruecos. El Draa es el río más largo del país, con más de 100 km entre Ouarzazate y las puertas del desierto. Es un Valle muy verde, con palmeras datileras y, también un lugar desértico y rojizo a medida que te alejas del río.
Con la combinación paisajística de los tres valles con las Gargantas del Dades y finalizando en el desierto, hemos elaborado una bonita ruta para esta Semana Santa, donde se podrá disfrutar al máximo de cuatro intensos días en el sur de Marruecos.